Corrían ya casi 60 días de cuarentena obligatoria en la Argentina debido a la pandemia del siglo XXI, el #Covid19, y muchxs periodistas de los medios hegemónicos argentinos pedían a gritos que se termine todo, que no pasaba nada y que ya estábamos bien. Incluso periodistas de tránsito, lobbistas del automóvil privado escribían literalmente la idea de que el auto será el próximo refugio de la movilidad.
Eso ya trajo sus consecuencias, con solo vivir en esta zona y salir a la calle (a comprar) para darte cuenta como muchísimos automovilistas se mueven tranquilamente (y muy velozmente, como nunca, debido a la cantidad de espacio que tienen ahora) por los barrios ¿y por cualquier cosa?
Mientras tanto corrían los días y nos seguíamos metiendo en un túnel invernal pandémico, larguísimo, complejísimo que ni cerca estoy de analizar eso en este post pero que cada vez es más difícil y viene para largo.
En el día noventinomeacuerdocuanto de cuarentena que todavía corre como obligatoria en la Ciudad De Buenos Aires y el AMBA y mientras las calles se están volviendo «a la normalidad» a fuerza del límite propio que pone individualmente cada una de las personas, con ayuda del cinismo de nuestros representantes que durante mucho días nos dijeron que vendría una ola de contagio grande y al mismo tiempo que eso sucede finalmente se abren más y más las actividades comerciales que claro, mucha gente las necesita para poder sobrevivir, pero nos dijeron que eso era lo que no había que hacer.
Ah porque también el nivel de burocracia para cobrar un poco de dinero para subsistir es del nunca visto, bah del imaginado. Probablemente tomando de sorpresa a un nuevo Gobierno con apenas meses de gobierno que tiene este problema pero que en mi opinión está muy lento para actuar rápidamente en quienes menos tienen.
Además mucha gente añora y todavía no logró darse cuenta que por mínimo por algún tiempo más, por no decir mucho, no será más como era ese mundo que teníamos, que ya se había convertido en irreal.
Llegamos a los 90 días, se empezó a complicar mucho todo, porque viene para largo, porque estamos cansados, porque arrancó fuerte justo el invierno (se sabía ya), porque mucha gente trabaja al mismo tiempo que enseña a sus hijxs, convive como nunca lo había hecho en su vida, no tiene actividad recreativa, porque mucha gente estaba ya en la cuerda floja económica y porque justamente hay mucho contagio de una enfermedad que no hay otra cura o posibilidad que evitarla, guardándonos o cuidándonos muchísimo.
El transporte público ha sido en esta pandemia el que más ha perdido, el más endemoniado, demonizado por todxs, el que apareció en la black list de todo el mundo.
Por alguna razón empezó a decirse que en Nueva York se contagió mucho en el Metro y eso se instaló… indemostrable fácilmente. Aunque por el hacinamiento es una buena razón pero hay inumerables casos en el mundo donde el hacinamiento en el transporte es común. Por ejemplo Tokio… y Japón no se tranformó en un país de un brote gigante y no detuvo su transporte publico. También en China con cuarentena fuerte también el transporte siguió funcionando.
Luego de estas afirmaciones que durante 60 días se repitieron sin parar, sin tener muchos estudios que muestren claramente esto, sin comunicarlo claramente con datos y que se instaló fuerte en la sociedad, porque claro, en el AMBA tenemos un transporte que funciona bastante mal y viajamos muy hacinadxs, eso no es discutible.
Pero que poco hincapié se hacen a los estudios que demuestran que la contaminación puede ser factor de contagio, muy poco se habló yse habla de esto. Como tampoco algunos estudios que muestran parte importante del gen de covid en el aire contaminado.
Entonces estamos metidxs en un gran problema: las curvas de contagio y subiendo fuertemente en nuestra región del AMBA el contagio del virus, que no es toda Argentina y que por suerte la gran mayoría del territorio estaría por ahora, pudiendo llevar adelante una vida un poco más tranquila y más abierta que la que estamos pasando aquí.
Pero ahora lamentablemente son lxs infectólogxs, periodistas, funcionarixs quienes día y noche en todos los medios de comunicación no paran de repetir la idea de que el transporte público tiene que cerrarse, tiene que limitarse y nada pero nada dicen de la movilidad motora privada ya funciona de manera casi normal precovid y probablemente muy crecida porque las personas ya elijen moverse en su auto, porque claro quien se mueve en transporte público, caminando o bicicleta es pobre y tiene que ceder, contagia y prohibirse pero el que tiene coche es un trabajador que tiene que mantener su trabajo, su estatus y su empredurismo.
¿Pero quienes van en automóvil privado no generan circulación, no contagian también en sus negocios, en sus lugares de trabajo, en sus oficinas, en sus encuentros a escondidas con amigxs, en las visitas a sus padres a escondidas, en asados con amigos porque total no pasa nada?
Será para otro artículo… lo poco que ha hecho el Gobierno de la Ciudad De Buenos Aires, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el Gobierno Nacional argentino por las movilidades activas, por la bicicleta y por la caminabilidad en estos 90 días. Nada se ha hecho, nada. Es lamentable y vergonzoso.
Ni hablar de la importante y terrible huelga de transporte público que existe en gran parte del país y que se visibiliza nada, porque Argentina para los medios de comunicación son AMBA y CABA.
Para cerrar les dejo este artículo escrito por Rafael Skiadaressis. ¿Deberíamos olvidarnos del transporte público en tiempos de pandemia?