Interesante reflexión la de Juan Merallo en la lista de correo de la bicicrítica madrileña.
La gente a la que le han vendido que con el coche puede circular cómo y dónde le dé la gana, además de haberle vendido que va a circular solo por la ciudad, este
tipo de personas están muy quemadas y no saben a quien quejarse, porque en realidad ellos (los mismos automovilistas) son el problema que se crean ellos
mismos todos los días atascándose por las ciudades, al ser tantos y cada vez más.
Pero el enlatado de turno siempre mira hacia fuera culpando a alguien externo, porque él ha comprado un pedazo de libertad y de euforia (o eso es lo que le
vendieron) y resulta que no es así.
Me hacía yo unas reflexiones el otro día a raíz de algo que escuché. Cuando la gente llega a la oficina diciendo: «Había un atasco». Así, «Había», como si
fuera algo externo al que va en automóvil. Alma de cántaro: USTED ERA EL ATASCO. NO LO HABÍA. USTED Y UNOS CUANTOS MÁS LO HAN CREADO. Estos detalles semánticos
son los que marcan la diferencia. Son los que le hacen creer a uno lo que quiere creer, lo que le han enseñado que tiene que creer.
Juan Merallo – eldelabici@gmail.com-